Sin embargo, dentro de esta sociedad con inquietudes existe otra a su vez que ha tomado partido por un tipo de arte, que en mi opinión y salvo raras excepciones, es la gran estafa del pasado y presente siglo. ¿ Y por qué razón digo esto ? Sencillamente, porque al ver uno de sus máximos exponentes en una importantísima feria que se da cita en Madrid todos los años, me cuesta creer que la gente que dice admirar el llamado arte contemporáneo o moderno, pueda aceptar como regalo para sus casas, alguna de las obras allí expuestas.
Hace bastante tiempo, fui a uno de los grandes museos privados de la capital de España y me paré a observar como un nutrido grupo de gente asistía atónito a la explicación de un famoso cuadro hecho por un tal Mark Rothko, adquirido con entusiasmo por la dueña de esa pinacoteca hacía unas pocas semanas. Les confieso que es de las cosas más extrañas que he oido en mi vida pero que además, el guía pudiera estar hablando de esa "obra" más de un cuarto de hora, me pareció ya algo milagroso. Ingenuo de mí, me pregunté el tiempo que podría haber invertido este "artista" en llevar a cabo su creación, llegando a la conclusión de que posiblemente fuese lo que duró la explicación allí dada.
Y es aquí donde, bajo mi punto de vista, radica todo el problema. ¿ Cuanto tiempo empleaban pintores como El Greco, Velázquez, Peter Paul Rubens, Van Dyck, Cezanne o escultores como Miguel Angel, Donatello, Bernini, Rodin o los antiguos escultores romanos y griegos en terminar sus obras ? ¿ Es que ser un genio hoy en día significa hacer multitud de encargos para conseguir ser rico en el menor tiempo posible ? ¿ es lo mismo el arte de antoni tapies que el de Miguel Angel o Rodin, por poner un escultor más reciente? No caeré en el error de comparar estas tres visiones tan distintas, que lo son. Sin embargo y para cualquiera de nosotros, entre comparar al segundo y al tercero habrá multitud de matices pero entre el primero y cualquiera de los otros dos, los matices se convierten en tomaduras de pelo .
La realidad es que hoy en día no se premia la dedicación, el esfuerzo y el verdadero talento porque para eso se necesita mucho tiempo. Sin embargo lo fácil y lo absurdo es lo que se lleva y curiosamente es lo que menos tiempo requiere. Por cierto, fíjense Vds. en la cantidad de "obras de arte contemporáneas" que se encuentran en las plazas, fuentes y rotondas de miles de nuestras ciudades, que no sabemos muy bien que nos quieren transmitir pero sobretodo les animo a averiguar el importe de nuestros impuestos destinado a su adquisición. Como ejemplo, Alcorcón (¡vaya por Dios, otra vez Vd., Sr. Cascallana!). Que por cierto alcalde, ya que hemos invertido tanto dinero en estas esculturas tan peculiares, al menos desearía que el ayuntamiento organizara visitas guiadas para explicarnos su significado e interpretación (¡ queremos aprender !).